Se le pidió a un célebre artista pintar un cuadro que representara la verdadera paz. El tomó su pincel y plasmó en el lienzo un mar agitado por una violenta tormenta. Las olas se levantaban en forma gigantesca y arrolladora. Entre las furiosas aguas, se alzaba una roca inmensa e inconmovible, en una de cuyas grutas había un pequeno nido. En el nido se veía echada, con serenidad y calma un ave que brindaba calor y protección a sus polluelos.
La tranquilidad de aquel nido, en medio de un embravecido mar es la manera más elocuente de describir la paz que disfrutan los que confian en su interior. No es que dejen de existir peligros, sino que en medio de la adversidad se levanta la roca invencible de su serenidad.
Recuerden que en muchos casos vivimos tormentas, problemas, errores en nuestras vidas, y creemos que se acaba el mundo. Por el contrario, vemos muchas personas en situaciones similares a las que vivimos y sin embargo viven tranquilos y sin preocuparse. Nos preguntamos entonces el motivo de esa diferencia tan marcada entre las personas. La diferencia es que puedes estar en la tormenta "dentro de la roca" , o bien, fuera de ella, a merced de la lluvia y el mar. Todos buscamos la Paz de mil maneras, aunque pocas veces miramos dentro nuestro. La paz la encuentras cuando confias de todo corazón en esa "Roca verdadera", tu interior. Búscala de corazón y la imagen de la pintura en la historia se hará realidad en tu vida, haz la prueba...
miércoles, 11 de abril de 2012
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